Invariablemente creo en los sueños. Anoche soñé que hoy te olvidaría de una vez por todas. Y viendo las horas que pasan y la noche que llega, no me queda más remedio que tomar el amnésico.
La pequeña de tres años mascaba un chicle mientras miraba televisión. Su hermana mayor le grita: “Te lo tragaste?!!” La pequeñita alega: “No, se trago sólo, yo estaba mirando la tele”.
La vio cruzarse por sus días e inmediatamente supo que era la mujer de su vida. Y quiso una noche con ella. Y después otra. Y otra, y otra más. Y millones. Pero ningún día